En las zonas céntricas de las ciudades importantes chinas, no existe demasiado problema porque existen indicaciones en alfabeto romano o latino, pero en lugares no tan céntricos podéis encontraros con algún problemilla como éste. La verdad es que una se queda tan perpleja que pueden ocurrir dos cosas: o un ataque de risa o un ataque de pánico. No pasa nada porque al final siempre aparece algún alma caritativa que habla cinco palabras de inglés y nos hace ver la luz al final del túnel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario