¡Horas, les lleva horas llenar de aceite el recipiente que veis a la izquierda de la foto! En las cercanías de esta pequeña aldea, existe un un bosque de cocoteros que los hombres escalaban como si fueran hombres-araña. Bajados los cocos, empieza el proceso de obtención del aceite con una paciencia infinita, porque cada vuelta de la vaca famélica equivale a una o dos gotas de aceite. Me imagino que con este sistema no hay mucha posibilidad de que llegue a ser una industria y que lo utilizan para el consumo diario.....gota a gota!
NOTA: Si pulsáis las fotos podréis verlas a mayor tamaño.
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