Hace solo unos cinco años desde que a los chinos se les permite tener perros como animales de compañía -claro, claro, comerlos han podido hacerlo desde los tiempos de "maría castaña". Ya os imagináis que este capricho solo puede permitírselo la clase alta. Estoy convencida que se están resarciendo porque los modelos más estrambóticos y los mejores carritos de paseo no los he visto en NY ni en ningún otro país: ¡China se lleva la palma!
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