martes, 4 de octubre de 2011

Alighiero Boetti, pintor italiano

No es uno de mis favoritos, pero el Museo Reina Sofía (Madrid) va a inaugurar una antológica sobre su obra y, posteriormente, lo hará la Tate Gallery de Londres y el MoMa de New York. Y para mi es un honor mencionarlo cuando medio mundo está a punto de ver su obra.

Alighiero Boetti (1940/94) es uno de los artistas italianos más destacados de la segunda mitad del siglo XX.

 Su intensa carrera artística, desde fines de los años 60´ hasta mediados de los 90´, le situó en el panorama del arte contemporáneo.

Alighiero Boetti previó el día de su muerte para el 11 de julio de 2023. Grabó la fecha en una plancha de cobre y después la hizo bordar sobre una pequeña tela cuadrada. Calculaba que para entonces tendría unos vividos 83 años de edad. Su vida fue mucho más corta: no llegó a los 55.

A mediados de los sesenta y, por un corto tiempo, Boetti fue integrante del llamado arte povera(*).

(*) ARTE POVERA. Denominación creada por el crítico de arte italo-germano Celant en 1967 y que integra actividades artísticas muy variadas aunque todas tienen en común la utilización de materiales pobres como paja, arena, piedras, ramas, hojarascas, fragmentos u objetos de metal, piezas de loza o vidrio, etc.
Dos años más tarde se desvinculó del movimiento "arte povera", y criticó duramente sus excesos. Aun siendo muy reacio a las clasificaciones, se convirtió en un referente original para toda una generación de artistas contemporáneos, italianos e internacionales.
A partir de 1968 cambió su nombre artístico a Alighiero e Boetti, como si fueran dos personas. Gemelos, según él. Y así se hizo fotografiar. "Alighiero es la parte extrema, más infantil, que domina las cosas familiares. Alighiero es como me llama la gente. Boetti es más abstracto", explicaba. "Si la gente ve una de mis obras dice: "es un boetti"; no, "es un alighiero". Era él y su doble.
"Alighiero e Boetti"
Boetti se interesó siempre por probar materiales cada vez nuevos, cada vez distintos, y también por viajar a lugares remotos que podían abrirle nuevas posibilidades.

Viajó a Afganistán en 1971 y eso cambió su vida. Lo hizo con la idea romántica de emular las aventuras de un antepasado suyo, un monje dominico del siglo XVIII que terminó liderando un levantamiento del pueblo checheno contra Catalina la Grande y, finalmente, se convirtió al islamismo.

Alighiero Boetti se instaló en Kabul como muchos otros hippies de entonces, un lugar libre de la decadencia occidental y pacífico, por entonces. Asimismo, Alighiero Boetti veía la cultura afgana como pura resistencia mantenida a lo largo del tiempo por medio del esfuerzo.

En Kabul también montó el mítico One Hotel de, 11 habitaciones, en una zona comercial del barrio de Sharanaw. No fue para él un negocio, sino un aspecto más de su práctica artística. Era un pequeño bungalow con un pequeño jardín que compartía con su esposa Annemarie Sauzeau Boetti. Sus clientes eran hippies y vendedores de alfombras indios y pakistaníes. La decoración del hotel era de estilo afgano, con grandes camas, almohadones, alfombras en el piso y tapices ikat (*) en las paredes.

(*) Ikat=tapices antiguos de Mazar-i Sharif, ciudad situada al norte de Afganistán.
Foto por cortesía de Annemarie Sauzeau Boetti, esposa de Boetti
La idílica relación de Boetti con Afganistán terminó abruptamente en 1979, con la invasión soviética del país, aunque él siguió manteniendo relación con afganos en el exilio.

Los últimos años continuó su búsqueda por el mundo y aumentó el ritmo al que producía sus obras. En Japón contó con la colaboración de un calígrafo, Enomoto San, para sus piezas con sellos japoneses y origami (*).

Deambuló por Zanzíbar, Marruecos, Kenia o Guatemala. "Le interesaban sobre todo las técnicas tradicionales en cada lugar", señala Lynne Cooke, comisaria del Reina Sofía de Madrid. "Fue un jugador de dados porque le fascinaba el azar y el destino. Vivía el momento, no le interesaba el éxito. El suyo era otro modelo de artista, más independiente, más celoso con lo privado". Nunca olvidó Afganistán y pidió que sus cenizas fueran esparcidas allí en "las aguas lapislázuli de los siete lagos de Band-e-Amir, en los cráteres de las desérticas montañas de Kush", cuando la situación lo permita. ¿Tal vez el 11 de julio de 2023?

(*) Papiroflexia que en Japón se conoce con el nombre de origami.
Band-e-Amir, donde algún día descansarán las cenizas de Boetti.
Alighiero Boetti
OBRA
"I VEDENTI" son dos trabajos: una inscripción hecha sobre una superficie de yeso realizada en 1967 y un tapiz elaborado en 1973 por bordadoras afganas donde cada línea tiene un color de hilo diferente; y los kilims —tapices utilizados como alfombra—, tejidos por hombres en Afganistán y basados en un sistema numérico derivado de los dibujos que realizó el artista a mediados de los setenta.








MAPAMUNDI
Su fascinación por los mapas lo llevó a encargar tapices y bordados diseñados por él a las artesanas afganas. Los tapices y bordados significaron su descubrimiento del trabajo colaborativo, algo frecuente hoy pero entonces inusual. En los mapamundis las bordadoras, que no reconocían la imagen de los océanos, utilizaban cualquier color de hilo para hacerlos. A Boetti le gustó ese aparente error y les dejó escoger desde entonces el color de los mares: naranja, verde, dorado, gris. 

Estos bordados de gran formato — alguno llega prácticamente a los tres metros por seis— reproducen mapamundis en los que la extensión de cada uno de los países está cubierta por su propia bandera. Boetti diría, a propósito de esta serie, que el mapa bordado le parecía “la más alta forma de belleza”.
En Afganistán descubrió también el misticismo sufí en la espiritualidad islámica. Un elemento de interés que cobró fuerza en los años que le quedaron de vida.


"ORDINE E DISORDINE" (Orden y desorden)






TAPICES DE LETRAS DE COLORES
Completado en 1973, es también un trabajo clave en la trayectoria de Boetti. Consiste en un centenar de tapices elaborados con letras de colores que el artista entregaba a bordadoras afganas y pakistaníes para que eligieran su composición final. Esta serie no indica únicamente la predilección del artista por los juegos de palabras, el azar y la probabilidad, sino que subraya que el orden y el desorden son realidades geopolíticas que estructuran el mundo de un modo que puede llegar a tener graves consecuencias.



"AEREI" (Aeroplanos) son un grupo de obras entre 1978 y 1989. Son grandes paneles hechos a bolígrafos o acuarela sobre papel donde pequeños aviones surcan el cielo.

Creador curioso y dado a la experimentación, Boetti trabajó con una amplia gama de herramientas, técnicas y materiales: papel, plexiglás, yeso, cristal, aglomerado, madera, tela……... Pero explotaba y valoraba las características intrínsecas de cada material y cada uno de sus procesos.
MÁS OBRA:





El famoso MANIFESTO, 1967




CURIOSIDADES
Annemarie Sauzeau, esposa de Alighiero Boetti, nació en Francia. Es ensayista y crítica de arte. También es la directora de los Archivos de Alighiero Boetti en Roma.

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