Los extranjeros tenemos una mirada escrutadora y eso no funciona en China. Nosotros miramos incisivamente y siempre encontramos la esquina sucia, la cuchara roñosa, el edredón con manchas que el sol no ha podido quitar. Cuando se viene a China hay que saber mirar……. es algo así como dar un vistazo rápido, una mirada etérea que no se detiene…… es quiero, pero no debo hacerlo…… Y así nos ahorramos un montón de problemas que no hacen más que complicarnos la vida.
Esta semana estuve en Hagnzhou, que dicho sea de paso, es una de las ciudades más bonitas que nunca haya visto. Éramos cinco viajeros entre los que había dos personas chinas, de modo que decidimos “ hacernos todos chinos” (go Chinese) y fue lo más acertado.
Buscamos un hotel chino, por supuesto. Y para mi fue un descubrimiento. Si yo fuera hombre, nunca iría a otro hotel y buscaría hoteles chinos en toda Asia y “parte del extranjero”. Y que conste que no les echo piropos gratuitamente... Os explico:
Cuando llegué a mi habitación, “coloqué “ la mirada que ve solo bultos grandes como la cama y la TV y me pareció todo estupendo (después de todo, llevaba mis zapatillas de goma y una toalla y ya sabía que, pasase lo que pasase, yo podría ducharme). Y mirando, mirando, llegué al baño. ¡Ay maravilla! ¡Pero que detallistas estos chinos! ¡Por favor, están en todo! ¡Pero si era sólo un hotel familiar de 3 estrellas! ¡Y todo este despliegue tan bien presentado! ¡Jesús!
Veréis, había un cesta –iba a decir cestita, pero era una cesta- llena de cajitas muy bien surtidas. Había unos calzoncillos de caballero de repuesto, unos calcetines de caballero de repuesto, unas braguitas de señora o señorita de repuesto, dos desinfectantes, dos kits que decían “Higiene en tres pasos” y una caja de condones (creo que tenía cinco….por si la noche se alargaba). Lo que más me gustó fue la marca de los condones: “Mennear”. Bueno, es estupendo ¿no? En estos casos toda la ayuda es poca y la concentración puede hacer olvidar la técnica más depurada o el calénton más caliente!
Y luego pensé ¡qué desperdicio! Porque a los chinos lo de “Mennear” no les ayuda nada porque no lo entienden. Y a los hablantes de español -que serían los que pueden capturar la información y usarla- no suelen ir a hoteles chinos. Y yo que soy una mujer e hispanoparlante, me estoy descojonando de risa, pero tampoco me vale para anda, pero pienso: los hoteles chinos de de cinco estrellas ya deben de ser el paraíso! ¡Anotad, anotad! Dejaros de Sheratons y Hiltons! Los Golden Pagoda son la leche!!
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