sábado, 6 de agosto de 2011

Maneras de educar: niños hasidic y niños tecnológicos

Se ruega no reproducir esta entrada al pie de la letra. Gracias.

No tuve demasiada suerte con el vuelo en mi viaje a EEUU. Bueno, tampoco es que haya tenido mala suerte. El problema es que de los siete asientos que conformaban mi fila, había cinco niños entre 3 años y 4 meses. Ya os podéis imaginar que no hubo manera ni de dormir diez minutos ni tan siquiera de ver una película en paz: cuando no lloraba uno, gritaban dos. Pero en cierta manera fue instructivo y me hizo pensar en lo diferente que puede ser la educación en este siglo que llamamos del conocimiento y de las nuevas tecnologías.

A mi izquierda dos niñitas americanas (3 años y 20 meses respectivamente) viajaban con su madre que llevaba un enorme bolsa llena de todo lo que os podeis imaginar……era como un escaparate de muestra de alta tecnología: libros que hablablan, música que salía de unos aparatitos inverosímiles, ordenadores para niños pequeños, maquinitas que hacían miles de cosas….vamos, que me puse al día en lo que usan los niños actualmente.
A mi derecha, una familia americana judía hasidic (ultraortodoxos) con tres hijos: la mayor de 3 años, el segundo niño de 23 meses y un tercero de 3 meses. Llevaban como seis bolsas llenas de biberones, chupetes, pañales…..pero para jugar solo llevaban un rollo de cordón y un paquete grande de cereales de colores de esos que tienen un agujerito en el medio. ¡ Y me dejaron asombrada! Cuando uno de los niños mayores despertaba (no siempre solían coincidir en los lloros ni en los sueños), inmediatamente le daban un trozo de cordón, al que ataban uno de esos cereales al extremo, y el niño/a se ponía a pasar el cordón por el agujero del cereal, con una maestría, que ni yo lo haría mas rápido. De vez en cuando se quitaban el chupete, comían un cereal redondito y de color chillón y seguían enhebrándolos. Y se quedaban entretenidos, durante 20 o 30 minutos….¡asombroso, realmente asombroso para niños tan pequeños! Y así se pasaron todo el viaje: dormir, llorar y enhebrar cereales.

Yo me pregunto cómo será el futuro de esos niños educados de manera tan diferente.

Puedo pensar que las “niñas tecnologicas”, cuando sean mayores, dominarán el mundo de las nuevas tecnologías y estarán preparadas para comerse las multinacionales que hagan falta y hasta llegar a ser una de esas jefas tóxicas que amargan la vida a todo el mundo que las rodea. Desde luego, en el avión dieron mucha lata.
Imagen: http://ladrondeluz.wordpress.com/el-muro-de-las-lamentaciones-jerusalem-israel/
¿Y los niños de los cereales? Bueno, eso es más complicado. En su casa no tenían ni TV ni ordenador –según me explicaron sus padres- y  me imagino que enhebrando, enhebrando, conseguirán cincelar la personalidad de los pequeños a imagen y semejanza de sus ideas. Y hasta es posible que consigan transmitirles mucha paz interior y, desde luego, mucha disciplina, pero para buscar un empleo van a necesitar algo más que cereales y un trozo de cordón. Claro que a lo mejor los cereales le sirven de revulsivo y cuando crezcan quieren hacer todo aquello que no pudieron hacer de pequeños y se “meriendan” -desde el punto de vista tecnológico- a las niñas del avión. En el vuelo no dieron ni la cuarta parte de lata que las ”niñas tecnológicas”.

Como siempre, el término medio sería lo deseable, pero los términos medios no son fáciles de conseguir. Si en la vida existieran ese tipo de casualidades sin límite, me encantaría coincidir con esas dos familias dentro de unos años y ver qué derroteros habían tomado esos cinco niños educados de manera tan diferente.  Pero, por el momento, y en el proximo viaje, espero tener un poco mas de suerte y poder "echar una cabezadita" en el vuelo.
Imagen: http://es.123rf.com/photo_13767180_cuerda-de-colores.html

                        

2 comentarios:

  1. Muy interesante!!! Te visitaré que me ha gustado tus post! Este y el de Noruega que he leído!

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  2. Muy buen post!! Muy interesante la reflexión. Espero que el vuelo de vuelta sea más tranquilo, eso si!

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