El ritmo se va acelerando hasta alcanzar las 20 o 30 vueltas por minuto y los danzantes alcanzan el éxtasis. Luego llega una pausa calculada que propicia una meditación aún más profunda. Finalmente, los derviches, se tapan con el manto y terminan la ceremonia mientras recitan el Corán.
La orden mevleví fue prohibida en Turquía por Kemal Ataturk- padre de la patria turca- en 1923. En los años 1950, el gobierno se dio cuenta de que la danza derviche era una buena atracción turística y permitió nuevamente a los derviches realizar su ceremonia en Konya, en el aniversario de la muerte de Rumi. Hoy en día los derviches se presentan regularmente en los sitios de atracción turística, incluidos festivales de música en el extranjero.
Todos los años se celebra un festival derviche en la ciudad turca de Konya donde se reúnen unos 30.000 derviches que bailan y giran durante horas y horas.
El Sema, como ceremonia mevleví, fue proclamada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco en 2005.
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