miércoles, 26 de septiembre de 2012

¿Y si España se independizara de Cataluña?

No sé si ya lo habéis leído pero a mi me ha hecho gracia porque está escrito con gran humor y lo copio tal cual, sin quitar ni añadir una coma.  Lo ha publicado hoy EL MUNDO (26-09-2012). 
Pablo Pardo
Corresponsal de EL MUNDO en Washington.

Esto es ciencia-ficción, de acuerdo. Pero ¿y si España se independizara de Cataluña (y, ya puestos, del País Vasco, y si acaso, de Galicia)?

Mi propuesta es simple: un referéndum en España, excluida Cataluña (por razones de brevedad, no incluiré al País Vasco ni a Galicia, pero aquí la puerta está abierta a todo el que quiera irse), en el que se decida eso. Si más del 50% de los votantes apoya la idea, España da la independencia a Cataluña, efectiva el 1 de enero. La deuda pública se divide de forma proporcional al PIB de cada uno. Las empresas con sede en Cataluña, se quedan en Cataluña. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones deja Barcelona. Por motivos de agravio histórico, propongo que se traslade su sede a Gijón (Asturias), que soy de allí. Dado que, supongo, la República de Cataluña, seguirá en el euro, no debería haber problemas económicos, comerciales o financieros graves. El Duque de Barcelona pasaría a llamarse Duque de Bethesda (Maryland).
                                        
Jordi Pujol (alias El Estadista) dijo en los noventa que "Cataluña es una nación; España no. España es una cosa entrañable". Se acabó La Cosa. Se acabó el expolio. España dejaría de robar a Cataluña. ¿Y los catalanes que quisieran seguir siendo españoles? Bueno, se les podría dar la nacionalidad española. Barcelona podría elegir libremente su modelo político e institucional, discutir en la UE el rescate de Catalunya Caixa, tener su representación en la Unión Europea, el FMI, el Banco Mundial, la ONU y el BCE, crear su propio Ejército, Marina y Fuerza Aérea, confederarse con Francia o con quien quisiera.

Podrá decirse que España debería esperar más, para que Cataluña creara las instituciones necesarias para crear un Estado pero... se siente. Las potencias coloniales, por definición, dejan tiradas a las colonias cuando éstas las echan o cuando se cansan. Y Cataluña ha sido tratada como una colonia por España.

Además, Cataluña lleva ensayando un creciente autogobierno desde que murió el Caudillo Invicto, así que ya tiene experiencia. No es Mozambique cuando los portugueses se fueron, que creo recordar que en todo el país no había más de 17 titulados universitarios. Y, además, dado el latrocinio al que está siendo sometida, no cabe duda de que peor no le puede ir.

La República Checa y Eslovaquia se separaron hace dos décadas y no ha pasado nada. ¿Por qué no puede pasar lo mismo con Cataluña?

Mi propuesta no es broma, sino que procede del agotamiento. Creo que dar a Cataluña su libertad acaso podría centrar el debate en España en cosas que de verdad son más serias.

¿Qué cosas? Por ejemplo, que España tiene un porcentaje enorme de titulados universitarios con carreras que no les sirven absolutamente para nada; que es un país en el que la patronal, los sindicatos y las ONGs viven del Estado; y que encima sigue paralizada con un debate político consistente en la santificación de la Transición, algo que a la gran mayoría de los ciudadanos nos importa un pepino, porque nos da igual el pacto del capó del 23-F, lo que hizo Fraga como embajador en Londres, la legalización del PCE o si el Rey sabía o dejaba de saber que Tejero iba en autobús al Congreso.

Esa santificación de la Transición plantea una y otra vez el Estado autonómico, que ha sido comparado injustamente a los Reinos de Taifas. Los Reinos de Taifas eran independientes, y cada uno respondía ante los problemas internos y externos, y lo que tenemos es más bien una especie de familia mafiosa en la que nadie sabe de dónde viene el dinero ni a dónde va y que es, de paso,una excelente forma de mantener privilegios de para una parte de las élites (empresariales, políticas y sindicales) provincianas más rancias. 
Propuesta de futuro más avanzada
Aparentemente, Cataluña no tiene ninguno de esos problemas, de modo y manera que quitarse de encima la losa de España es lo mejor que le puede pasar.

Nadie ha dicho que España sea indisoluble o eterna. Y estar en esta situación es como estar con una novia plasta que siempre quiere romper pero nunca se decide. Si hay que liquidar el chiringuito, mejor hacerlo tranquilamente, "y quedar como amigos" que romper cada domingo, o reescribir la organización del Estado cada pocos años. Podremos, así, centrarnos en cosas serias, no en cómo son las matrículas o en cómo se etiqueta la ropa en las tiendas.

La oferta está ahí. Si hay que dar independencia a más sitios, se les da. Por mí, sin problemas. Motorola, la petrolera Phillips Petroleum o Viacom se han partido en dos en los últimos años. ¡Si Rupert Murdoch ha sido capaz de partir News Corporation, también podemos partir España!

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